Las características del elemento son estudiadas ya que los peritos sospechan que tendría similitud con los golpes y lesiones cortantes encontradas en el cuerpo de la víctima. Asimismo, se busca constatar rastros hemáticos y también se secuestró un corta fierros para ver si está relacionado con el hecho.
MIRAMAR (Corresponsal) .- Si bien no se puede precisar fehacientemente el o las armar homicidas
utilizadas en la salvaje golpiza que acabó con lo vida de Carlos Bustamante (66), por lo cual permanece detenida su esposa Verónica González (50), durante la requisa realizada el pasado viernes en la vivienda de calle 27 entre 46 y 48, la policía secuestró dos elementos que podrían tener relación con el aberrante crimen.
Personal de Sub DDI Miramar puso especial atención en un martillo estilo “masa”, por sus características que podrían estar emparentadas con las heridas encontradas en el cuerpo del padre de Gastón Bustamante (12), asesinado en 2011 en la misma vivienda bajo similares circunstancias. También se retuvo un corta fierros, que será sujeto paralelamente a análisis para determinar si está emparentado con el hecho.
Cabe recordar, que el informe de la autopsia daba cuenta que las heridas que sufrió Carlos Bustamante habían sido provocadas con un objeto romo con cierto filo.
Ahora, el paso siguiente de la investigación que tiene a cargo la fiscal Florencia Salas será determinar si químicamente se comprueban restos hemáticos de Bustamante en alguna de las herramientas secuestradas.
En diálogo con LA CAPITAL, la fiscal Salas destacó que, “los dos elementos están siendo estudiados y podrían ser compatibles con los productores de las lesiones en el cuerpo de la víctima, aunque no sabemos aún si son las armas homicidas. Ambos estaban junto a otras herramientas”.
En el cuerpo de la víctima se comprobaron diversos tipos de lesiones, teniendo en cuenta que hubo más de un ataque y fue discontinuo en el tiempo, se presume que fue utilizado un primer elemento luego descartado y hubo otro o
más para producir la segunda agresión.
La idea que tuvieron desde un primer momento los peritos que desarrollan la investigación es que “el arma homicida debería ser pesada metálica tipo maceta, martillo o un hacha de canto u otro con un borde más filoso sin llegar
a ser propiamente de corte”.
Paralelamente, se espera la realización de las pericias psicológicas y psiquiátricas que se le realizarán a Verónica González, para tratar de aportar datos que ayuden a esclarecer un asesinato que todavía mantiene conmocionado a Miramar.